-Medievalistas: Para analizar los nuevos tiempos.
-Aborteros clandestinos: Para equilibrar la natalidad con los salarios, la cuantía de los impuestos, las nuevas tasas de la Injusticia y el nivel de ocupación (ojo: prohibido su uso si eres una «mujer de verdad» al estilo Gallardón).
-Inquisidores: Para aleccionar de una forma pacífica y respetuosa a las usuarias del anterior servicio. Imprescindible nociones de alimentación de hogueras.
-Curanderos: Una alternativa barata al desmantelamiento de la Sanidad pública.
-Traficantes de órganos: Especialmente útiles para los que no pueden costearse el traslado de la diálisis. También para quienes han de deshacerse de alguna parte de su cuerpo para pagar la hipoteca.
-Delator: Tal vez no consigas un incremento de patrimonio inmediato, pero siempre va bien para quitarte de encima posibles competidores, o sencillamente al vecino que tiene un móvil más chulo que el tuyo.
-Cazarrecompensas: El siguiente estadio de la evolución del estado policial hispanocatalán (me pregunto qué precio pondrán a mi cabeza).
-Constructores de cámaras de gas: Pronto se darán cuenta que hay alternativas más rápidas e indoloras que quitarles la tarjeta sanitaria a los inmigrantes.
-Sepultureros: Para inhumar a las víctimas del genocidio social de manera expeditiva, limpia y silenciosa.
-Policías, muchos policías: Los vais a necesitar.
-Constructores de cárceles: Os harán falta muchas si queréis meternos a tod@s l@s que vamos a salir a la calle. Pero cuidado no vayáis a acabar al final vosotr@s dentro!
Jajajja, genial! Lo que realmente me apena es que seguramente será así en cualquier momento (bueno, de hecho YA lo está siendo).
Si me permites la intromisión, añadiría alguna profesión de futuro:
-Cuentista: demasiadas noticias por falsificar día a día y una verdadera avalancha de datos que hay que versionar para aleccionar a las masas de las bondades del nuevo-viejo régimen (antes conocido como periodista).
-Cómico: para atender las quejas de los ciudadanos nada mejor que unas dosis de buen humor! O lo que es lo mismo, reirse en nuestras caras (antes conocido como funcionario).
-Obispo: bueno… este sigue igual, pero la verdad es que hacen falta más para poder soltar todas las chorradas que escupen, que van sobrecargados de faena… Ah! Y para gastar lo que el Estado les da, no vaya ser que Dios baje y diga «todo este pastizal pa los pobres»…
Un saludo, guerrera incansable…
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Muy bien por tus profesiones! Gracias,
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